Robo-advisors: ¿son una buena opción para invertir?

Descubre si los Robo-advisors en EE.UU. son una buena opción para invertir. Analizamos ventajas, desventajas y cómo funcionan estos gestores automatizados.

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Si estás buscando una manera práctica y moderna de invertir tu dinero sin necesidad de tener a un experto a tu lado, los robo-advisors pueden ser la solución perfecta. Estas plataformas digitales han revolucionado el mundo de las inversiones, ofreciendo accesibilidad y costes más bajos para quienes quieren hacer que su dinero crezca.

En este artículo, vamos a desglosar qué son los robo-advisors, cómo funcionan y por qué están ganando tanto terreno en el mercado financiero. Así que, prepárate para entender cómo esta herramienta puede ayudarte a construir tu futuro económico sin complicaciones. Además, exploraremos sus ventajas, limitaciones y algunos consejos para elegir la mejor plataforma según tu perfil.

¿Te preguntas si vale la pena confiar tu dinero a un gestor automatizado? Sigue con nosotros y descubre todo sobre esta tendencia que está cambiando las reglas del juego. Finalmente, te guiaremos para que tomes decisiones informadas y alineadas con tus metas.

Una persona planificando sus inversiones en un escritorio, utilizando herramientas digitales como los Robo-advisors para gestionar su futuro financiero.

¿Qué son los robo-advisors?

Vale, hablemos de los robo-advisors. Si has oído hablar de ellos, pero no tienes muy claro qué son o cómo funcionan, no te preocupes, que aquí te lo explico de forma sencilla.

Básicamente, son como un asesor financiero, pero en versión digital y automatizada. Piensa en ellos como una plataforma online que te ayuda a invertir tu dinero, pero sin la necesidad de tener largas reuniones o de entender un montón de jerga financiera complicada.

O sea, es, en pocas palabras, un servicio de gestión de inversiones que utiliza algoritmos informáticos para crear y administrar carteras de inversión. En lugar de hablar con una persona, interactúas con un programa.

Te hacen una serie de preguntas para entender tu situación financiera, tus objetivos y cuánto riesgo estás dispuesto a asumir. Con esa información, te proponen una cartera de inversión, generalmente compuesta por fondos indexados o ETFs, que se ajusta a tu perfil. La idea principal es hacer la inversión más accesible y económica para todos.

El origen de los gestores automatizados

Estos servicios no son algo nuevo que haya aparecido de la noche a la mañana. Su origen se remonta a Estados Unidos, allá por 2008, justo en medio de la crisis financiera. El objetivo era claro: ofrecer una alternativa más barata y sencilla a los asesores financieros tradicionales, que solían tener comisiones bastante altas y requerían un capital inicial considerable.

Plataformas como Betterment, que nació en 2010, fueron pioneras en este modelo, demostrando que se podía gestionar dinero de forma eficiente y a un coste mucho menor. Desde entonces, el modelo ha ido creciendo y expandiéndose por todo el mundo.

¿Cómo funcionan los robo-advisors?

El proceso es bastante directo. Lo primero que harás es completar un cuestionario online. Este test, que suele tener entre 15 y 20 preguntas, es clave. Te preguntarán sobre:

  • Tu edad y situación laboral.
  • Tus ingresos y gastos habituales.
  • Tus objetivos de inversión (comprar una casa, jubilación, etc.).
  • Tu horizonte temporal (cuánto tiempo planeas mantener el dinero invertido).
  • Tu tolerancia al riesgo (cuánto te preocupas si el valor de tu inversión baja).

Una vez que el sistema tiene tus respuestas, te asignará una cartera de inversión predefinida. Estas carteras están diseñadas por expertos y suelen estar diversificadas para reducir el riesgo.

El robo-advisor se encarga de comprar los activos (como acciones o bonos a través de ETFs o fondos indexados) y, lo más importante, realiza un rebalanceo automático de tu cartera periódicamente. Esto significa que, si la composición de tu cartera se desvía de la estrategia original debido a los movimientos del mercado, el sistema la ajustará para que vuelva a estar alineada con tu perfil y objetivos.

Es una forma de gestión despreocupada para el inversor.

Ventajas clave de invertir con robo-advisors

Invertir con un robo-advisor puede ser una forma bastante directa de hacer crecer tu dinero, especialmente si no quieres complicarte demasiado. Piensa en ello cómo tener un asistente financiero que trabaja para ti, pero sin el café de por medio.

Una de las cosas que más llama la atención es que, por lo general, las comisiones son más bajas que si acudieras a un asesor financiero de toda la vida o a las opciones que te ofrecen los bancos grandes. Esto significa que una mayor parte de tu dinero se queda trabajando para ti, en lugar de irse en gastos.

Además, estos servicios suelen invertir en fondos indexados, que ya de por sí son económicos y están diversificados. Así que, en resumen, te ahorras un buen pellizco en comisiones.

Comisiones reducidas frente a opciones tradicionales

Esto es un punto fuerte, la verdad. Los robo-advisors suelen tener costes que van desde el 0,43% hasta el 0,78% anual, más o menos. De ese porcentaje, el robo-advisor se lleva una pequeña parte, como un 0,4%, por gestionar tu dinero.

El resto son los gastos propios de los fondos indexados en los que invierten, que también los pagarías si invirtieras por tu cuenta en ellos. Comparado con las carteras de gestión activa o un asesor financiero tradicional, donde las comisiones pueden ser bastante más altas, la diferencia es notable. Menos gastos, más inversión.

Diversificación simplificada y accesible

Olvídate de pasar horas investigando en qué invertir. Los robo-advisors te lo ponen fácil. Con los direccionamientos que das, te asignan una cartera ya pensada para ti. Estas carteras suelen estar compuestas por fondos indexados que invierten en diferentes tipos de activos (acciones, bonos, etc.) y en distintos mercados geográficos.

Así, tu inversión está repartida y no depende de que a una sola cosa le vaya bien o mal. Es una forma muy sencilla de tener una cartera diversificada sin ser un experto.

Automatización y gestión despreocupada

Una vez que has configurado tu inversión, el robo-advisor se encarga de muchas cosas por ti. Por ejemplo, si los porcentajes de tu cartera se desvían de lo planeado (porque un activo sube mucho y otro baja), ellos se encargan de rebalancearla para que vuelva a estar como estaba.

Esto es algo que, si lo hicieras tú mismo, te llevaría tiempo y atención. Con un robo-advisor, puedes estar más tranquilo sabiendo que tu inversión se gestiona de forma automática y se mantiene alineada con tu perfil de riesgo y objetivos. Es una gestión bastante «ponlo y olvídalo», aunque siempre es bueno echar un ojo de vez en cuando.

Transparencia y facilidad de uso

Las plataformas de los robo-advisors suelen ser bastante intuitivas. Te muestran de forma clara en qué estás invirtiendo, cuáles son las comisiones y cómo va tu rentabilidad. No hay letra pequeña escondida ni sorpresas desagradables.

Además, todo el proceso, desde abrir la cuenta hasta hacer aportaciones o retiradas, está diseñado para ser lo más sencillo posible. Te explican las cosas con palabras llanas, sin tecnicismos innecesarios. Para alguien que se inicia en la inversión, esto es un gran alivio.

La inversión con robo-advisors se basa en la idea de que, a largo plazo, las carteras diversificadas y con bajas comisiones tienden a dar buenos resultados. No se trata de buscar la inversión más arriesgada para obtener ganancias rápidas, sino de construir un patrimonio de forma constante y controlada.

Consideraciones importantes antes de invertir

Antes de lanzarte de cabeza a invertir con un robo-advisor, hay un par de cosas que deberías tener claras. No es solo apretar un botón y esperar a que el dinero crezca, ¿sabes? Hay que pensar un poco en tu propia situación y en cómo funcionan estas cosas.

El perfil de inversor y la tolerancia al riesgo

Lo primero es lo primero: ¿quién eres tú como inversor? No todos somos iguales, y eso es clave. Un robo-advisor te preguntará un montón de cosas para intentar entender tu perfil. Cosas como tu edad, si tienes deudas, cuánto ganas, cuánto quieres invertir y, sobre todo, cuánto riesgo estás dispuesto a asumir.

No te tomes estas preguntas a la ligera, son la base de todo. Si dices que no te importa perder dinero, pero luego te pones nervioso con la primera bajada del mercado, ahí hay un problema.

Hay gente que puede dormir tranquila sabiendo que su cartera puede bajar un 15% en un mes, porque sabe que a largo plazo eso le dará más ganancias. Otros, sin embargo, prefieren ganar menos pero estar más seguros. Los robo-advisors intentan encajarte en uno de estos perfiles:

  • Conservador: Prioriza la seguridad del capital, asumiendo poca volatilidad.
  • Moderado: Busca un equilibrio entre seguridad y rentabilidad.
  • Agresivo: Busca la máxima rentabilidad posible, asumiendo un mayor riesgo.

Si en algún momento te das cuenta de que tu cartera es demasiado arriesgada para ti, no te asustes. Puedes pedir que te la cambien a una más conservadora. Es cierto que esto puede implicar vender a pérdidas para comprar más seguro, pero a veces la tranquilidad no tiene precio.

La importancia del horizonte temporal

¿Cuándo vas a necesitar ese dinero? Esa es la pregunta del millón. Si estás invirtiendo para la jubilación, que te queda a décadas de distancia, puedes permitirte ser más arriesgado. Las bajadas del mercado, con tiempo, suelen recuperarse.

Pero si necesitas el dinero para la entrada de una casa en tres años, meterlo todo en inversiones muy volátiles es una mala idea. Los robo-advisors suelen recomendar horizontes de inversión largos, idealmente más de 5 o 10 años, para que el interés compuesto haga su magia y se suavicen las caídas.

Volatilidad inherente a las inversiones indexadas

La mayoría de los robo-advisors usan fondos indexados para construir sus carteras. Esto es genial porque son baratos y diversificados, pero es crucial entender su naturaleza volátil:

  • Reflejan el mercado: Su valor está directamente ligado al mercado que replican. Esto significa que si el mercado sube, tu inversión sube; si baja, tu inversión también lo hace.
  • Las caídas son normales: Es esperable ver caídas del 5%, 10% o incluso más en periodos cortos. No es una señal de que la estrategia esté fallando, sino una característica normal de la inversión en bolsa.
  • La clave es no entrar en pánico: Recuerda que una pérdida solo se materializa cuando vendes. Si tu plan es a largo plazo, estas bajadas son simplemente parte del camino.
  • El tiempo juega a tu favor: Estadísticamente, los mercados tienden a subir con el tiempo. Como dato tranquilizador, en la bolsa de EE.UU., no ha habido ningún periodo de más de 15 años con rentabilidad negativa en más de un siglo.

Desventajas y limitaciones de los robo-advisors

Aunque los robo-advisors suenan genial y, en muchos casos, lo son, tampoco son la panacea para todos los inversores. Hay que tener en cuenta que, al final, son herramientas automatizadas y eso tiene sus cosillas.

Personalización limitada de las carteras

Lo primero que salta a la vista es que tu cartera no va a ser única y exclusiva para ti. Piensa en ello cómo comprar un traje: te pueden tomar medidas, pero al final te dan un modelo estándar que se ajusta bastante bien.

Los robo-advisors te hacen un test, sí, y con tus respuestas te asignan una cartera de entre las que tienen disponibles. Pero no esperes que te diseñen algo a medida con acciones específicas o bonos concretos que tú hayas elegido. La selección de activos está predeterminada por la plataforma.

Si tienes alguna idea muy particular sobre dónde quieres que vaya tu dinero, es probable que aquí no la puedas llevar a cabo.

Rentabilidad potencialmente limitada

Los robo-advisors suelen invertir en fondos indexados o ETFs. Esto es genial para diversificar y mantener los costes bajos, pero también significa que tu rentabilidad estará ligada al rendimiento del mercado en general. No vas a tener a un gestor intentando superar al mercado seleccionando las «acciones ganadoras» o anticipando los movimientos económicos.

La estrategia de los robo-advisors es lo que se conoce como gestión pasiva. Su objetivo es replicar el comportamiento de un índice de referencia (como el S&P 500), no ganarle. Esto significa que si el mercado sube un 10%, tu cartera subirá una cifra muy similar, menos las comisiones.

Sin embargo, te perderás la posibilidad de obtener rendimientos extraordinarios que un gestor activo (aunque son pocos los que lo consiguen de forma consistente) podría lograr. En resumen, renuncias a la posibilidad de «dar el pelotazo» a cambio de una estrategia más estable, predecible y económica a largo plazo.

Tabla comparativa

Para entender mejor la limitación de la rentabilidad, podemos comparar directamente la estrategia de un robo-advisor con la de un gestor tradicional.

CaracterísticaEstrategia de Robo-Advisors (gestión pasiva)Estrategia de un gestor activo
ObjetivoReplicar el rendimiento del mercado.Superar el rendimiento del mercado.
MétodoInversión en fondos indexados o ETFs.Selección activa de acciones, bonos, etc.
RentabilidadLigada al mercado (si sube un 10%, tú subes ~10%).Potencialmente superior al mercado (pero sin garantía).
CostesMuy bajos.Significativamente más altos.
FilosofíaEstrategia estable, predecible y económica.Búsqueda de “dar el pelotazo” y oportunidades.

Seguridad y regulación de los robo-advisors

Cuando piensas en invertir tu dinero, la seguridad es, sin duda, una de las primeras cosas que te vienen a la cabeza. Y con los robo-advisors, pasa exactamente lo mismo. ¿Son seguros? ¿Quién vigila que todo vaya bien?

La verdad es que, en general, los robo-advisors operan bajo un marco regulatorio bastante estricto, similar al de las gestoras de fondos o los asesores financieros tradicionales. Esto significa que tu dinero está protegido por ley.

Supervisión por entidades reguladoras

Para que un robo-advisor pueda operar en Estados Unidos, debe estar registrado y supervisado por organismos oficiales. Piensa en ellos como los guardianes del sistema financiero.

Estos reguladores se aseguran de que las plataformas cumplan con normativas específicas, lo que incluye desde cómo manejan tu información hasta cómo gestionan tus inversiones. Si una plataforma no cumple, se expone a sanciones o incluso al cierre. Es un sistema diseñado para darte tranquilidad.

Protección del dinero del inversor

Una de las preguntas más comunes es: ¿qué pasa si el robo-advisor quiebra? Bueno, aquí es donde entra en juego la protección del inversor. Por un lado, tu dinero no está directamente en las cuentas del robo-advisor. Suele estar depositado en entidades financieras separadas y seguras.

Si la plataforma que usas para invertir dejara de funcionar, tus inversiones (los fondos o ETFs en los que hayas puesto tu dinero) seguirían existiendo. Además, en muchos casos, existe un fondo de garantía que cubre una parte de tus activos hasta un cierto límite, similar a lo que ocurre con los depósitos bancarios. Es una red de seguridad importante.

El equipo humano detrás de la automatización

Aunque el nombre «robo-advisor» pueda sonar a que solo hay máquinas tomando decisiones, la realidad es muy distinta. Detrás de cada algoritmo y cada plataforma, hay un equipo de expertos financieros de carne y hueso.

Este comité de inversión, compuesto por analistas, economistas y gestores de carteras, es el responsable de diseñar las estrategias de inversión. Son ellos quienes seleccionan los fondos indexados o ETFs que compondrán las carteras, definen los diferentes perfiles de riesgo y se aseguran de que la filosofía de inversión sea sólida y coherente a largo plazo.

Además, este equipo supervisa constantemente el funcionamiento de la plataforma para garantizar que todo marche según lo previsto y realiza ajustes estratégicos cuando es necesario. No se trata de un sistema que se abandona a su suerte. Así que, en realidad, obtienes lo mejor de dos mundos: la eficiencia y los bajos costes de la tecnología, respaldados por la inteligencia y la supervisión de profesionales.

Dos personas analizando gráficos financieros en una tablet y un portátil, gestionando su cartera de inversión a través de la interfaz de los Robo-advisors.

Comparativa y elección de un robo-advisor

Elegir un robo-advisor puede parecer complicado con tantas opciones disponibles, pero si sabes qué buscar, el proceso se simplifica bastante. No todos son iguales, y lo que funciona para una persona puede no ser lo ideal para otra.

Piensa en esto cómo elegir un coche: necesitas uno que se ajuste a tu presupuesto, a tus necesidades de espacio y a tu estilo de conducción. Con los robo-advisors pasa algo parecido.

Factores a considerar al elegir plataforma

Al comparar plataformas, hay varios puntos clave que debes tener en cuenta:

  • Experiencia de usuario y soporte: La facilidad de uso de la web o la app es fundamental. Además, investiga la calidad del soporte al cliente: ¿son rápidos y claros en sus respuestas?
  • Comisiones: Fíjate no solo en la comisión de gestión anual, sino también en posibles costes ocultos o de transacción. Aunque suelen ser bajas, las diferencias entre plataformas pueden ser significativas a largo plazo.
  • Variedad de carteras: Evalúa si la oferta de carteras se ajusta a tus necesidades. Algunas plataformas ofrecen más opciones, pero para la mayoría de los inversores, unas pocas carteras bien diseñadas son más que suficientes.
  • Inversión mínima inicial: Comprueba cuál es el capital mínimo para empezar. Algunas plataformas te permiten comenzar con solo $100, mientras que otras exigen importes mayores.

El test de idoneidad como primer paso

Casi todos los robo-advisors empiezan pidiéndote que completes un test. Este cuestionario es tu primera interacción real con la plataforma y es crucial. Te preguntarán sobre tu situación financiera, tus objetivos de inversión (¿quieres comprar una casa, jubilarte, o simplemente hacer crecer tu dinero?), tu horizonte temporal y, muy importante, tu tolerancia al riesgo.

Sé honesto contigo mismo al responder. Las respuestas determinarán la cartera que te asignarán. No intentes parecer más arriesgado de lo que realmente eres para buscar una mayor rentabilidad teórica.

Si te asignan una cartera demasiado agresiva para tu perfil, es muy probable que te asustes en la primera caída del mercado y acabes vendiendo en el peor momento, consolidando pérdidas. El objetivo del test no es sacar una «buena nota», sino encontrar la estrategia de inversión con la que te sientas cómodo y que puedas mantener a largo plazo, tanto en las subidas como en las bajadas.

Entonces, ¿merecen la pena los robo-advisors?

Al final, la decisión de usar un robo-advisor en Estados Unidos depende mucho de lo que busques. Si quieres algo fácil, que no te quite mucho tiempo y con comisiones más bajas que un asesor tradicional, pues sí, pueden ser una buena opción.

Son geniales para empezar, sobre todo si no tienes mucha idea de inversiones o prefieres que una máquina se encargue de lo básico. Pero ojo, no esperes hacerte rico de la noche a la mañana. Son para el largo plazo y su rentabilidad, aunque buena, está limitada a lo que haga el mercado.

Si buscas algo súper personalizado o crees que puedes ganarle a la bolsa tú solo, quizás tengas que mirar otras cosas, como un advisor tradicional. Pero para la mayoría de la gente que solo quiere invertir su dinero sin complicaciones, los robo-advisors son una alternativa bastante sólida y moderna.

Maria Eduarda


Lingüista con posgrado en UX Writing y actualmente cursando maestría en Traducción y Adaptación de Textos en la Universidad de São Paulo (USP).

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